Es hermoso verte llegar, aun no decido llamarte, me gusta mirarte desde aquí arriba, ver como me buscas, tanteas con tu mirada a ver si estoy en alguna mesa del café de siempre, haces una ligera mueca como de decepción o de enojo aun no logro desifrarla, te volteas y te diriges a las tiendas de ropa, caminas un poco encorvada te cuesta trabajo caminar con tacones, pero te los pones por que yo te lo pido, te entretienes observando un vestido tinto con detalles negros, te metes a esa tienda de ropa desapareces de mi campo de visión por unos instantes, unos minutos. Sales de la tienda revisando tu bolso sacas tu celular marcas un numero, mi celular suena eres tu, no contesto, vuelves hacer ese gesto, me empiezo a sentir un mal nacido por no hablarte o por no contestar el móvil, pero es pasajero me gusta mirarte desde el tercer piso de esta plaza y sentir esto que siento. Pero sabes planeo algo mejor, llegarte por sorpresa quitarte esos estúpidos zapatos y decirte aquí estoy amor. Ya no te encuentro, no se a donde te has metido, espero que no te hayas molestado, creo que es hora de buscarte, y es ahí cuando siento tus manos pequeñas abrazándome por la espalda, diciéndome "aquí estoy amor".
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