viernes, 6 de noviembre de 2015

Dolor Historico




Uno no acaba de aterrizar y ya se muestra una ciudad fría, 13 grados centígrados informa el capitán, como siempre una aprehensión en mi vientre aparece cuando las llantas del boeing tocan suelo ibérico, la sensación existencial siempre me roba momentos de euforia, momentos únicos, es como si yo viviera a intervalos, una leve paranoia me acompaña siempre hay que estar listos para cualquier evento, ya antes en este mismo aeropuerto he sufrido intentos de robo, es que aquella vez venia con una cara de asombro, de turista total.

Desde de la terminal t4 hay que caminar casi mas de un kilometro hasta las línea 10 del tren, a mi que con una maleta que pesa 23.400 kg y una de 10 kg aparte con un bolso de mano la sensación de caminata se eleva a 100 km en este trayecto lejos de observar los ventanales  que dan salida a nubes obscuras decido seguir barajeando estas imágenes mentales que solo me enroscan en suelos estériles, las mismas imágenes ya viejas y mohosas son las que vuelven, nostalgias desgastadas por el tiempo, diversos hubieras colapsan mi pequeña mente, una avalancha de pensamientos desembocan en emociones, emociones traducidas al dolor corporal,  siempre me ha costado seguir adelante, me estaciono demasiado tiempo en las derrotas, en las promesas rotas, pero ahora a pesar de esta conducta inconsciente mía, el piso se mueve y me lleva al centro de Madrid yo volteo y miro hacia atrás, hacia lo lejos, pendiente de algo que no alcanzo a ver, algo que ha desaparecido.