Y es que hoy me case con la suerte, la volví hacer, no conforme con mi matrimonio fallido con esperanza que casi me lleva a la muerte ¡pum! que me encuentra la suerte tomando tequilita en el bar lolita, y es que se parece tanto a esperanza que me asuste cuando la vi entrar y es que a esperanza yo la miraba en todos lados, arriba, abajo, oriente occidente, norte, sur etcétera y etcétera y mas etcéteras, etcéteras interminables, etcéteras agónicos. Fantasmas mentales decía mi analista, repercusiones de la culpa decía mi sacerdote, y que te digo de mi madre, ay mi madre pobrecita de ella, a su juicio si hay que tenerle miedo respeto o lo que sea pero hay que tenerle algo "ya vez por ser mal hijo" y ahí si que no había salida, ni remedio ni solución por que uno regresar al pasado pues no puede, pero bueno yo ya estaba harto de estar viendo esperanza ahí a donde ponía la vista pero no es suficiente estar harto para dejar de ver por quien tu la vida dabas (la verdad es que yo no habría dado mi vida por ella, solo mi honestidad )para colmo mi hermano menor no claudicaba en su ahincó de mostrarme una vida llena de placeres de cama en cama , de tipa en tipa, de falda en falda, pero es que no somos iguales, la misma educación, si, la misma sangre, si, el mismo color de piel, si. Pero yo soy tan fácil e improbable, me enamoro de imposibles por eso la mayor parte del tiempo me gusta estar ahí solito en las profundidades de la inconsciencia, navegar por la diferentes capas de mi personalidad, el frío la muerte, lo obscuro, una eterna necesidad de fundirme con la nada, pero es que en cuanto tengo contacto con una mujer imposible es que me vuelvo loco, que loco digo, tonto, idiota, como el espantapájaros del mago de OZ, historias alternas cuentan que este mismo espantapájaros que era un erudito en las materias de la existencia que conoce a Dorothy y a su jodido perro y ya sabrás tu lo que ha pasado y si no sabes pues busca Montt el sabrá decirte. déjame regresar, ahí, a donde hablaba en un principio, ahí en el bar lolita, chupando tequilita sumido en mis depresiones, en mi falta de madurez, en pensamientos antropomórficos, que entra la Suerte y después de que paso el susto y mis ojos enfocaron a esta dama de existencia divina de cabello rojo, piel blanca, vestido negro, hermosisima , impactante, mis ojos se llenaban de plenitud, de agradecimiento, de satisfacción y de todos sus sinónimos, el alma se llena, no se de que cosa se llena , pero se llena, se siente calientito ahí donde estaba el vacío, quizás aun siga vacío pero esta calientito y eso basta y eso basto.
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