Y es que cuando uno quiere pues que ya no se puede y cuando se
puede pues que no se quiere. Ve tu a saber que es lo que significa, pero lo
único claro: es que uno no hace nada.
Su falda era pequeña no estaba categorizada en la lista de las
minifaldas, solo se que dejaba al descubierto esas
piernas largas y hermosas, faldita de color azul con rallas blancas o
blanca con rallas azules no se por que me recuerda a la cuestión de las cebras
y a su eterna angustia de no saber si son negras o blancas a lo mejor por aquella
cebra borracha o drogada que estaba la
taberna del tío Sam , yo había llegado ahí con el corazón roto, estrictamente a
tomar una par de cervezas para aliviarme un poquito, pero que te voy a mentir a ti, si yo soy
alcohólico y el corazón roto era el pretexto perfecto para chupar sin parar y en intro de esa borrachera termine haciéndome amigo de la cebra
Gutiérrez y de su platica, de su angustia que padece el y todos sus
congéneres que su problema era generacional, que la historia no podía ayudarles
gran cosa, solo que de repente apareció la primera cebra así de la nada, que
por eso el en lo personal tomaba, no sabia quien era, ni de donde venia, ni para donde iba, que por eso lloraba para aliviar un poquito su angustia de no tener referencia, pero te digo, su
angustia era sincera esas lagrimas eran
reales, en serio y eso que yo eh visto a varios tipos llorar y en la
gran mayoría de estos tipejos sus lagrimas son falsas, pero los de esta cebra
te juro que eran reales.
Pero mira que si ya me desvié del tema en cuestión y no es que las
cebras no sean importantes pero es que esta chica que no dejaba de mirarme que
no dejaba de absorberme con esos ojos, ojos que me recordaban a la muerte, no
te asustes hombre, sabe que yo conozco ala muerte e tomado cafecito con ella,
me ha escuchado llorar y la muerte déjame decirte que no es fea, nada fea. Bueno te sigo diciendo, y es que cuanto mas veía a esta mujer me
sentía ligero, ligerito, suave, como si volara como si los miedos
desaparecieran, así como cuando la muerte me invito a volar unos segundos
aquella noche de agosto en las vías que cruzaban la ciudad capital había
decidido cortarme las venas no como lo hacen los suicidas y sus cortes
longitudinales mis cortes eran transversales, no quería acabar con mi vida te
aclaro quería acabar con el dolor, solo
con el, y es que el dolor mata y yo no quería morir. Y bueno que me llega la
muerte pero quítate esa imagen de túnica negra, guadaña y huesos. Era de piel
blanca de ojos azules, de boca de fresa cabello agarrado con un listón azul que
hacia juego con su faldita blanca y rallas azules. si la cebra hubiera estado
ahí te lo juro hombre que su angustia hubiera sido aliviada.
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